Me encanta asistir a la lucha de egos de los profesionales del sector, en este caso de los directores de los museos Thyssen en Madrid y d’Orsay en París, y de cómo los medios se posicionan en uno u otro bando enarbolando la bandera de la invocación para quitar validez a la exposición de Pierre-Auguste Renoir (1841-1919) que puede visitarse estos días en el museo Thyssen.
Ochenta piezas que resaltan la faceta intimista del pintor, según indica Guillermo Solana, director artístico de la pinacoteca. Aunque para algunos críticos esta faceta no aporta innovación a la corriente artística de la época. Es por tanto la innovación la piedra angular que justifica el arte? es imprescindible para defender una exposición individual de este calado y coste? Quizás no sea para ellos lo suficientemente elevada, precisamente porque es una faceta muy divulgada a través de fotografías, poster y todo tipo de merchandising (conjunto de productos publicitarios para promocionar un artista) que el público y la sociedad acoge con gusto y afán de consumo. Volvemos aquí al purismo excluyente que sostiene la confrontación entre arte de masas y el verdadero arte.
Como decía mi profesor Ángel Gonzalez García, el arte es un acontecimiento sensorial, nos eleva el alma. Por eso una sociedad desarrollada debe poner al alcance de todos la belleza, incluso a pesar de los críticos¡¡¡.